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Hay tres circunstancias en las que se requiere legalmente tener un EPC. Debes contar con este certificado, que indica la eficiencia energética de tu propiedad, cuando vendes tu propiedad, si vives en tu casa más de cuatro meses al año o si se alquila por más de cuatro meses al año. La falta de ella puede tener consecuencias desagradables. Las multas pueden oscilar entre 300 y (en casos extremos) 6.000 euros.
España introdujo el EPC hace algunos años. Esto significa que estamos en línea con la legislación europea en materia de etiqueta energética para inmuebles. Por conveniencia, se puede comparar con etiquetas de este tipo para lavadoras y refrigeradores. La diferencia es que para un EPC debe contratar a un especialista certificado. En él se examinan, entre otras cosas, el aislamiento, la ventilación, las emisiones de CO2 y otros factores que influyen en la gestión energética de la propiedad. De esta forma, se puede mapear cuál es el consumo de energía para calentar o enfriar una propiedad.
Después de la inspección, recibirá un certificado que indica la eficiencia energética de la propiedad. La escala va de A a G. A es muy económica y G la menos eficiente. Las propiedades existentes generalmente obtienen una D o una E, mientras que las construcciones nuevas modernas a menudo dan un valor más alto, debido al uso de materiales de construcción más duraderos y de mejor calidad.
Para solicitar un EPC, nos gustaría recomendarle un socio que pueda proporcionarle el certificado. También puede obtener asesoramiento gratuito sobre cómo hacer que su propiedad sea más eficiente energéticamente, por ejemplo, instalando doble acristalamiento o aplicando aislamiento adicional. En general, la obtención de un EPC cuesta entre 155 y 450 euros (sin IVA). Los costos dependen del tamaño de la propiedad. Un EPC es válido por 10 años.
