Menu
Las aguas españolas esconden algunos de los mayores misterios de la Tierra. La fosa de Avilés, situada a unos diez kilómetros de la costa del norte de Asturias, es un mundo submarino casi completamente inexplorado del que los científicos aún saben muy poco. La razón es sencilla: con una profundidad de unos 4.600 metros, esta fosa es la más profunda del mundo. Y a pesar de todo el ingenio tecnológico humano, una inspección completa de ese mundo enigmático todavía no es posible.
Para hacerse una idea de la inmensa profundidad del precipicio, que se extiende unos 70 kilómetros: la fosa de Avilés es casi tres veces más profunda que el Gran Cañón.
En cuanto a lo esencial, los científicos ya están de acuerdo. Donde el fondo marino de las agitadas aguas del Mar Cantábrico se abre de repente en un abismo aparentemente infinito, existe un mundo repleto de vida. Hasta ahora se han identificado 1300 especies diferentes. Pero lo que ocurre exactamente en las profundidades más profundas sigue siendo un misterio, y sin duda viven allí animales cuyo existencia aún desconocemos.
Además, se ha comprobado que las paredes rocosas de la fosa forman una importante ruta migratoria protegida para varios animales, como cachalotes, diferentes tipos de tiburones, delfines, anguilas y langostas. La zona también atrae a numerosas especies de peces que encuentran allí un lugar relativamente seguro para reproducirse.
Pero lo que más despierta la imaginación de muchos es la presencia de calamares gigantes. Sobre el giant squid aún no se puede afirmar mucho con certeza. Se sabe lo siguiente: es el animal invertebrado más grande del mundo. Las hembras pueden llegar a medir 13 metros, y los machos hasta 10 metros. Tienen ocho brazos y dos tentáculos aún más largos para capturar presas. Sus ojos son los más grandes del reino animal, de unos 25 centímetros de diámetro. Viven a una profundidad mínima de 900 metros. No fue hasta 2004 cuando científicos japoneses vieron por primera vez un calamar gigante vivo. Muy raramente aparecen en las playas, pero esto ha ocurrido cerca de la fosa de Avilés.
El calamar gigante también fascina porque guarda un sorprendente parecido con una criatura mitológica muy antigua: el Kraken.
Otra particularidad de la fosa es que, a unos 700 metros de profundidad, se descubrió en las paredes rocosas el primer arrecife de coral de agua fría de España. Allí crecen corales, esponjas y anémonas poco habituales.
PD: La ilustración es una impresión artística de un calamar gigante.
