saludos desde segovia

Todo parece tan evidente: abres el grifo y sale agua. Aquí en Segovia, contemplo con asombro y admiración el precursor de esa comodidad doméstica. El acueducto de Segovia marcó en el siglo II después de Cristo un avance revolucionario en el suministro de agua. Los habitantes de la ciudad ya no tenían que viajar diariamente quince kilómetros por laderas de montaña para llegar a una fuente de agua. Este testimonio de ingenio romano debió haber hecho la vida mucho más fácil en aquel entonces. Bueno, el grifo de agua todavía estaba en el horizonte lejano, pero esto fue sin duda un gran paso adelante.

Lo que me asombra como aficionada es el conocimiento y la visión que los ingenieros romanos tenían en aquel entonces para hacer posible esta maravilla práctica. Una construcción colosal de 167 arcos, 120 columnas con una altura de 30 metros. Atrévete a enfrentarlo. Ah, y antes de que se me olvide, no se utilizó ni un gramo de cemento para hacerlo todo sólido. Increíble. Por cierto, Segovia es una hermosa ciudad histórica a unos 90 kilómetros de Madrid. También es conocida por su catedral y el castillo de cuento de hadas que inspiró a Walt Disney para la ubicación de su historia sobre Cenicienta.

Después de un delicioso día turístico en Segovia, estoy de vuelta en mi habitación de hotel para refrescarme. Abro el grifo y, por primera vez en mucho tiempo, aprecio nuevamente lo que siempre es tan evidente: el agua. Saludos, Jolanda