Setenil de las Bodegas es un pueblo muy peculiar. ¿Cuántas veces se puede comer una tapa bajo un techo de roca? Exactamente, no muchas. Llegué aquí durante un recorrido por los hermosos pueblos blancos de la provincia de Cádiz. De todos esos pueblitos, Setenil es probablemente el más bonito y, sin duda, el más especial. El pueblo está construido en un desfiladero, formado por la erosión del río Guadalporcún. Las casas, bares y restaurantes están construidos bajo la protección de una formación rocosa sobresaliente. Tienes que verlo y experimentarlo para creerlo. En otro lugar del pueblo, hay incluso una calle con casas blancas a ambos lados que no ven la luz del día. La roca se extiende sobre la calle. Extrañamente, eso se siente tanto protector como amenazante. El resto del pueblo, con un antiguo fortín, una iglesia y un castillo, también vale mucho la pena.
Mientras tomaba una bebida en la sombra de la roca, un amable camarero me contó sobre el nombre de Setenil. Proviene del latín "Septem Nihil", que significa siete veces nada. El pueblo fue sitiado sin éxito siete veces en el año 1400. La octava vez tuvo éxito y los moros fueron expulsados por los católicos. Saludos, Jolanda.