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Frieda revolotea para bailar con esqueletos

Frieda revolotea para bailar con esqueletos - Van Dam Estates
11 marzo 2027 autor: Frieda

A menudo la gente me habla con palabras amables. Cosas como: Frieda, eres tan simpática, servicial y siempre de buen humor. Debo admitir que esos comentarios halagan mi ego. Otros flamencos también lo notan. Ellos me dicen cumplidos como: "Frieda, tienes plumas tan brillantes."
Pero no se dejen engañar. Mi personalidad también tiene un lado oscuro. Me encanta lo extraño y, a veces, incluso lo macabro de España.

Un buen ejemplo fue después de un largo vuelo hasta Verges. Este pequeño pueblo de Cataluña se convierte cada Jueves Santo, durante la celebración de Pascua, en el escenario de un espectáculo macabro. Se llama Danzar con los Muertos. Cerca de la medianoche, cinco “esqueletos” que bailan recorren las calles. Sus disfraces son aterradores. Los acompañan más “esqueletos” con guadañas, portando carteles con frases como “No perdono a nadie” y “El tiempo es corto.” Estos acompañantes llevan antorchas y avanzan por el pueblo en una coreografía llena de simbolismo trágico.

Como espectadora nueva de este impactante acontecimiento, que tiene lugar en casi completa oscuridad, me resulta difícil expresar mis emociones. El comportamiento del público local es muy respetuoso. Reina un silencio casi absoluto, interrumpido solo por el lento sonido de los tambores funerarios. La escasa iluminación de antorchas y lámparas de aceite hechas con conchas de caracol hace la escena aún más hipnótica. Este efecto aumenta gracias a los “esqueletos acompañantes”, que llevan cuencos con cenizas y un reloj sin manecillas. Este último símbolo es claro: la muerte puede aparecer en cualquier momento.

Lo que nos lleva a la pregunta de por qué surgió Danzar con los Muertos. Su origen se remonta a hace más de 300 años. Toda Europa fue devastada por los efectos de la peste. Esta terrible enfermedad acabó con la vida de un tercio de la población europea. Para mostrar lo indiscriminada que era, el grupo de cinco bailarines siempre está formado por tres niños y dos adultos.

Lo que me pareció más extraño en mi día en Verges fue que el público parecía más sorprendido de ver a un flamenco que a esqueletos en movimiento. Supongo que nunca llegaré a entender del todo a los humanos.