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El toro colosal que vino, vio y conquistó

El toro colosal que vino, vio y conquistó - Van Dam Estates
21 noviembre 2023 autor: Remco van Drie

Las representaciones gigantes de toros a lo largo de las carreteras principales pueden sorprender y asombrar a los recién llegados a España. Los más familiarizados con España ya no se sorprenderán con los colosos completamente negros de 14 metros de altura. A primera vista, las siluetas realistas aún pueden parecer bastante amenazantes, pero el juicio de la mayoría de las personas cambia rápidamente a "divertido y tan español".

Los toros aparecieron por primera vez en las carreteras en 1956. Más de 500 se colocaron en toda España como parte de una atrevida campaña publicitaria para el jerez Osborne. Luego apareció la marca en colores rojos en las imágenes y los toros estaban hechos de madera. Para asegurar una vida más larga, las de madera fueron reemplazadas en la década de 1960 por versiones de metal, que pesan hasta 4.000 kilos.

Sin embargo, en 1994 el gobierno español decidió eliminar todos los toros de metal. Eso era parte de una política para frenar la cantidad de anuncios en las carreteras. Pero la población no estuvo de acuerdo. Una campaña bajo el lema 'Salva al toro' recibió un apoyo masivo. Resultó que ahora se consideraba que los toros eran tan típicamente españoles que su expulsión se percibía como una especie de traición a España. El gobierno sucumbió a esa presión y llegó a un compromiso aceptable: los toros se quedan, pero la publicidad desaparece.

Aún así, la historia de los toros de Osborne no tuvo un final feliz. El problema era y es que todo lo que se ve como típicamente español puede contar con resistencias. Muchas personas en Cataluña y el País Vasco, queriendo separar sus regiones de España, vieron los toros como un símbolo de opresión. Esos sentimientos se celebraron en los toros y muchos sufrieron vandalismo.

Después de todo, la compañía Osborne no estaba contenta de que sus toros fueran etiquetados como `` tesoros nacionales y patrimonio artístico '' por un tribunal en 2005. La empresa no solo perdió el derecho exclusivo a la imagen, sino que tampoco pudo hacer nada económicamente contra las empresas que utilizaban la imagen tan consolidada del toro como estampa para sus camisetas, ceniceros, tazas de café, carteles, etc.
Y con eso (al menos de momento) acaba la saga de los toros gigantes. Su número ha caído de más de 500 a 91 desde 1956. A lo largo de los años, muchos han desaparecido para dar paso a proyectos de vivienda o la construcción de nuevas carreteras.

La mayoría aún se encuentran en las provincias de Andalucía (23), Castilla y León (14) y Valencia (11). El más cercano de nuestra región es el coloso negro de la N-332 cerca de Santa Pola.